>>Fe sin límites

Un amigo que había ido a ver Matrix cuando se estrenó allá por 1999 se tomó el laburo de contarme la película y la verdad es que no entendí nada. De hecho, hasta el día de hoy estoy pensando si mi amigo la había entendido alguna vez. Lo cierto es que estaba fascinado, lo que muy posiblemente se debió a los increíbles efectos visuales que los hermanos Wachowski, guionistas y directores de la serie, supieron usar magníficamente. Si no, mirá este fragmento.

Un tiempo después, alquilé la película –en VHS, claro, porque por entonces nunca había visto un DVD– y también quedé enganchado con la estética pero, sobre todo, con algunos de los conceptos que se van deslizando en la película.
Matrix habla de muchas cosas, pero una de las que más me interesó siempre fue la fe: Neo es una especie de mesías que viene a salvar a la humanidad de la esclavitud de la matriz, pero lo cierto es que ni el mismo se lo cree.
Según la Biblia, la fe es «tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos». Y acá tenemos dos datos importantes:
En primer lugar, la fe es seguridad. Esto es como cuando llega tu cumpleaños y vos tenés en mente un determinado regalo. Hasta bajaste línea un par de veces a tus amigos y familiares, pero parece que nadie te entendió, porque cuando llega al momento, atrás del papel de regalo hay algo totalmente distinto a lo que esperabas. Te sentís defraudado, claro… ¿cómo no estarlo? Dios, sin embargo, es la persona que nunca, jamás, te va a defraudar. De alguna manera, todos pueden defraudarte: Padres, familiares, amigos. Pero Dios es la única persona que nunca va a hacerlo.
En segundo lugar, la fe es saber que, como me dijo una vez un amigo, hay un mundo detrás del mundo. A veces nos pasan cosas muy malas y sentimos que estamos en medio de una terrible tormenta en altamar, agarrados a un pedazo de madera o tan vez ni eso… Creemos que no vamos a poder aguantar mucho tiempo, que en algún momento nuestras piernas van a decir basta y entonces… ¿qué nos va a pasar? Tener fe, nos dice Dios, es saber que aún en medio de la peor tempestad, siempre hay una isla desierta con palmera y coco esperando a los que saben resistir. Y, tal vez ya te hayas dado cuenta, los que pueden resistir son los que tienen fe.
Ahora bien, en Matrix hay tres personajes, cada uno de los cuales tiene una postura distinta frente a la fe.

Primero, Neo, que al principio no cree en sí mismo pero que después termina convencido de que es el elegido. Hay mucha gente así, personas que creen sólo en sí mismos. Es una forma de fe, pero… ¿será la mejor?

Segundo, Trinity, que no quiere creer. Tal vez está cansada de sentirse defraudada, o no tiene la fuerza para tener fe. Es como esas personas que no creen en nada, que no tienen ganas ni tiempo de creer.

Tercero, Morfeo, que cree, cree, cree y no deja de creer. Entonces, cuando todos se desesperan y no saben qué pensar, él siempre está tranquilo. Morfeo es el que ve la isla más allá de la tormenta.

La gran pregunta es…

¿Qué personaje sos?

Porque cada uno de nosotros elige.
Yo creo que si queremos ser parte de algo grande, tenemos que ver más allá de la tormenta. Tenemos que ver la isla, esa que tiene una palmera con cocos. Esa que tiene una playa en la que sentarse a descansar después de cada día de tempestad.